- Cumplimiento normativo: Ayuda a cumplir con estrictas regulaciones internacionales sobre productos químicos prohibidos y restringidos.
- Prevención de riesgos: Reduce el riesgo de contaminantes no deseados que puedan causar retiros del mercado.
- Protección de la marca: Asegura productos seguros y genera confianza en los consumidores.